En el Panamá moderno, acceder a alimentos puede ser tan sencillo como hacer un clic en una App para solicitar el ‘delivery' o prepararlos en casa con las rápidas estufas.
Pero en el Panamá rural este tema es muy diferente, con miles de hogares que siguen dependiendo de la leña y del fogón tradicional de tres piedras, realidad de la que no escapa la provincia de Colón.
Por supuesto que cocinar en fogón implica una serie de riesgos para la salud de la familia, así como daños al ambiente.
Es un problema ancestral y tangible. Pero ya hay una propuesta de solución que es más reciente, más colaborativa y más esperanzadora.
Se trata del proyecto ‘Atiza esperanza', cuyo nombre evoca la acción de ‘atizar' el fogón, de poner leña y avivar el fuego, como acostumbran a hacer nuestros campesinos.
‘Atiza esperanza' es una idea que surgió en pandemia, y que recientemente echó a andar como una realidad que promete dignificar la vida de 10 familias en el corregimiento de Nuevo Chagres, sustituyendo su fogón tradicional por una estufa ecológica.
Son estufas artesanales, de ladrillo, pero el concepto es toda una revolución tecnológica, una solución palpable a problemas caseros y comunitarios.
La primera beneficiaria
Esta solución llegó hasta la casa de la señora Alicia Núñez, quien vive en el sector La Antena, en Nuevo Chagres, cabecera del distrito de Chagres, provincia de Colón.
Nuñez estaba visiblemente emocionada cuando en un solo día vio finalizada su nueva estufa, perfectamente ergonómica, adaptada a su estatura y con un diseño elegante que contrastaba con su antiguo fogón ya ennegrecido por el carbón.
Los funcionarios de la Regional de Colón de MiAmbiente explicaron que por más de una década se han hecho estas estufas, con nombres y diseños diferentes (antes llevaban chimeneas).
Pero destacó que ahora se trata de un ambicioso proyecto que se ha propuesto hacer miles de estufas ecológicas de diseños ajustables a las necesidades, ya sea de una familia, de una escuela o casa comunal.
María Estilzon, representante de Nuevo Chagres en Costa Debajo de Colón agradeció la gestión del gobierno a través del Ministerio de Ambiente y la orientación por parte del departamento de Trabajo Social y Comunitario del Concejo Nacional Para el Desarrollo Sostenible - CONADES.
Impacto ecológico
‘Atiza esperanza' es un programa de la Dirección Nacional de Cultura Ambiental del Ministerio de Ambiente, que va más allá de simplemente mejorar una cocina, y agrega el componente de educación ambiental comunitaria.
Una estufa ecológica tiene un costo aproximado de 150 dólares, pero su valor en calidad de vida para cocineras dedicadas como Alicia Núñez no puede ser cuantificado.
Una idea puesta en marcha desde MiAmbiente, pero con la activa colaboración de voluntarios comunitarios, que demuestra que mano a mano es posible construir un mejor país, con soluciones para los problemas ambientales.